Una nueva edición de la Rock 'n' Roll Madrid Maratón, en la distancia de 21 Km. Es la tercera vez que participo en esta media maratón, aún sabiendo de años anteriores que el trazado es duro y que la afluencia de runners es masiva. Pero la ilusión y la comodidad de correr en mi ciudad puede más que las exigencias de la carrera. Además, este año tenía el aliciente especial de que los cuatro miembros fundadores de Opinarun participábamos en las diferentes distancias. Con lo cuál, las ganas y la motivación eran aún mayores que en otras ocasiones.
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Equipo OpinaRun |
Precisamente por tratar de evitar las aglomeraciones en los primeros kilómetros, hice un cambio de cajón de salida, colocándome en el cuatro, dos por delante del tiempo que había estimado. La organización en este aspecto fue condescendiente y bastó revisar la marca del año anterior en esta misma carrera para realizar el cambio.
Llegamos con tiempo suficiente para dejar la ropa de recambio en el guardarropa en El Retiro y pasear tranquilamente hasta la línea de salida en la plaza de Cibeles. Al llegar pronto no había masificación de gente y todo fue muy rápido. A las 8:30 estábamos ya calentando en el cajón de salida, junto con los miles de runners que iban llegando poco a poco.
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Recorrido |
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Perfil altimétrico |
La salida fue bastante puntual, teniendo en cuenta que había diferentes categorías y distancias que iban saliendo progresivamente. El cambio de cajón fue de utilidad porque ya desde el principio pudimos marcar un buen ritmo, sin necesidad de esquivar ni molestar a otros corredores.
Los cinco primeros kilómetros, todos cuesta arriba por el Paseo de la Castellana, marcamos un ritmo de 5:44. Bastante bien teniendo en cuenta el perfil y los primeros metros un poco más complicados. En todo momento fuimos José Julio y yo juntos, siendo él el que iba marcando los tiempos. Un poco de agua para refrescarnos e hidratarnos y afrontamos un tramo bastante favorable cuesta abajo, hasta prácticamente el kilómetro 10. Durante ese trayecto aumentamos un poco el ritmo, dejándonos llevar por la sensación de que la cuesta abajo es mucho más llevadera.
A partir del kilómetro 10 continúe solo. No podía seguir el ritmo de 5:30 que iba marcando José Julio con precisión sin pagarlo en el resto de la carrera. Aunque me encontraba en buena forma, preferí ser conservador. Un par de semanas antes de la carrera un inoportuno catarro frenó unos días mi preparación. Así que nuestros caminos se separaron desde ese momento y hasta la línea de meta.
Los cinco kilómetros siguientes fueron un poco aburridos. Sin la compañía de José Julio y sin música (había decidido no llevar por si podía aguantar todo el tiempo acompañado) los metros parecían pasar despacio. Era una sensación un poco ficticia porque la realidad es que el ritmo era bastante parecido, 5:35. Justo empezaba ya a sentir la sensación de hambre que suele darme en esa distancia, así que aproveché para tomarme el único gel que llevaba preparado. Hizo el efecto esperado, junto con el avituallamiento del kilómetro 16, ya en los aledaños del Retiro, en la avenida Menéndez Pelayo.
A partir de ahí, de nuevo una muy favorable cuesta abajo de dos kilómetros hasta Atocha. Aproveché la energía del gel y del agua para alargar un poco la zancada y favorecerme de la cuesta abajo. Así conseguí llegar al kilómetro 18 con tiempo suficiente para terminar en menos de dos horas, objetivo que me marqué viendo que las sensaciones eran buenas en ese momento.
Sin embargo, ahí empezó la parte más dura de todo el trazado, sin duda. A la suma de los kilómetros en las piernas y el calor que habíamos pasado en las amplias rectas con sol, se añadió la terrible cuesta de Alfonso XII. Los primeros metros fueron especialmente duros, muchos corredores tenían que subir andando o bajando mucho el ritmo. Pero, además, cuando lo peor parecía haber pasado, la calle continúa cuesta arriba (aunque con menor inclinación) hasta la Puerta de Alcalá. En ese punto empecé a notar como se me cargaban, no sólo las piernas, si no también las lumbares. Tiraba de lo que podía para seguir a un ritmo aceptable para llegar a la meta.
Una vez en la entrada del Retiro por la puerta de O'Donell, la cuesta arriba acaba y entramos en los últimos metros de la carrera. Las últimas fuerzas salieron a flote para recorrer el Paseo de Coches hasta la meta, incluso esprintando en los metros finales para entrar con un tiempo final de 01:58:03 con una media final de 5:36.
El objetivo estaba cumplido y tocaba recoger la bolsa de avituallamiento (bastante completa con agua, bebida isotónica, batido de chocolate, torta de arroz, plátano y croissant de chocolate) y la ansiada medalla conmemorativa.
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Medallas de 10K, Media Maratón y Maratón |
Destacaría especialmente la animación del público durante prácticamente todo el recorrido. Al paso de los corredores nos aplaudían y animaban, incluso los niños pequeños ponían sus manos para que fueramos chocando con ellos. Esos momentos de ánimo hacen que los corredores populares nos sintamos atletas de élite compitiendo en unos Juegos Olímpicos y que saquemos un poco más de energía de todos esos aplausos.
Fecha: domingo 23 de abril 2017
Hora: 9 de la mañana
Distancia: 21 kilómetros
Tiempo: 1h:58':03''
Media: 5'36''
Bolsa del corredor: Camiseta/bolsa/toalla
Media: 5'36''
Bolsa del corredor: Camiseta/bolsa/toalla
Clima: Sol, calor en algunos tramos
Sensación: Genial hasta los últimos 3 Km, que se hicieron muy duros
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