OpinaRun: octubre 2022

Si te gusta correr por el monte y te gusta la naturaleza no hay mejor aventura que el Trail El Guerrero en plena sierra de Gredos, una prueba bien organizada, nada masificada y con un trato al corredor excelente. En opinaRun nos decidimos por la prueba intermedia de 25 kilómetros (las otras dos eran la corta de 13 kilómetros y la larga de 35 kilómetros). El desnivel acumulado era de 1400 metros. Corrimos, reímos, sufrimos, pero repetiremos sin duda. Esta es la crónica de nuestra carrera:

Llegamos a la zona de salida con tiempo suficiente para saludar a los conocidos y empaparnos de ese ambiente tan especial en el que se mezclan nervios, ansiedad y ganas de empezar a correr. No es una carrera multitudinaria, por lo que la salida se hace muy cómoda. A las 9:00 pistoletazo de salida y empezamos... Ya en los primeros kilómetros comenzamos a subir sin parar. De hecho la salida por las calles de Candeleda ya pica hacia arriba. Vamos trotando a nuestro ritmo metidos en medio del pelotón. El camino está hormigonado y avanzamos rodeados de un frondoso bosque.

Al cabo de un par de kilómetros nos adentramos en el barranco del río por donde discurrirá la carrera en buena parte de su recorrido abandonando el camino para transitar por una senda muy disfrutona. Ahora abundan más las subidas pero a cada tramo encontramos un llano que nos permite tomar un poco de aire y recuperar las piernas para volver a atacar la siguiente cuesta. Este tramo lo llevamos mejor que el inicio donde no había respiros y todo era subir y subir.

Los siguientes tres kilómetros los hacemos con la vista puesta en el refugio de Albarea, donde nos espera un avituallamiento líquido y sólido. Reponemos fuerzas unos segundos y enfilamos una nueva subida. Llegando a la parte alta del recorrido se suavizan mucho las pendientes y avanzamos a buen paso y con la compañía de varios atletas más que llevamos un ritmo parecido. Así en grupo iniciamos la última fase de ascenso que será a la postre la más dura de todo el recorrido. Vamos zigzagueando por una senda preciosa pero con una pendiente muy fuerte que nos obliga a aminorar la marcha bastante. El premio es alcanzar el punto más alto del recorrido y acabar en el arroyo de la Rituerta, donde podemos refrescarnos y llenar los envases de agua fresca.

A partir de aquí iniciamos la bajada, con un primer tramos no muy pronunciado pero que poco a poco se va convirtiendo en más técnico y más pedregoso por lo que hay que extremar las precauciones. Aquí tenemos un avituallamiento líquido en el kilómetro 17 que nos saltamos, pero ponemos la vista ya en el kilómetro 20 donde nos espera un avituallamiento más completo. Seguimos descendiendo sin prisa pero sin pausa y notamos que las fuerzas comienzan a ser justas, aunque nos consuela que ya todo es bajada. Alcanzamos el avituallamiento y bebemos, comemos algo y rellenamos los recipientes. Con esto ya tenemos que llegar a meta.

Seguimos descendiendo entre pinos por sendas preciosas, pero dende hay que extremar las precacucionas para evitar las caídas por piedras o raíces que se cruzan por el camino. El calor comienza a apretar y ya solo nos impulsa el completar el reto para avanzar hasta meta. En este tramo nos adelantan algunos de los corredores de la TG35. Pronto comienza a oírse la megafonía de meta, así que esto lo tenemos hecho.

Los Beerrunners de Talavera nos esperan en meta con unas cervezas y la familia aplude nuestra llegada. Que mejor recompensa para el extraordinario esfuerzo realizado. Cansados, muy cansados, pero felices nos disponemos a disfrutar de otro éxito de los opinaRunners.