domingo, 25 de febrero de 2018

III MEDIA MARATÓN DE CAMBRILS


Este era el segundo año que me planteaba correr la media maratón de Cambrils. Además gran parte de los opinaRunners corrían en Sevilla la maratón, así que yo les acompañaría en la distancia y sentiría un poco sus sensaciones y sentimientos a 1000 kilómetros de distancia. 

En esta ocasión celebraban la 3ª edición. Es una media muy llana que discurre íntegramente por el paseo marítimo de la localidad. Hay muy buen ambiente, está bien organizada y la única pega que yo le veo es que son dos vueltas a un circuito de 10 km y pico y para mi eso es más un incoveniente que una ventaja. Pero de esta manera ofrecen correr 10k, 10k en pantines y la media maratón con un sólo circuito. Aunque después de tres semanas preparando la media maratón de Madrid era un buen test para ver si íbamos progresando. 

Recorrido de la prueba

Este año la participación en la prueba se ha disparado (aunque he echado de menos a Javier que me acompañó el año pasado), sobre todo en la 10k. Lo que el año pasado hice en apenas 20 minutos: recoger dorsal, cambiarme y entregar mochila en guardarropa, este año me llevó casi una hora y largas colas, por lo que me planté en la línea de salida con sólo 3 minutos de adelanto y sin haber podido calentar. No sé si eran las mejores condiciones para empezar una media pero ya no había vuelta atrás.
Este año no tuve mucha suerte con las fotos
Salgo con la intención de no forzar mucho para ir calentando poco a poco en los primeros kilómetros, pero la marea de corredores me lleva y paso los primeros 2 kilómetros en 4:10 y 4:09 respectivamente. Demasiado rápido, aunque voy cómodo. Ya tendré tiempo de parar. Pasan los kilómetros y estabilizo la marcha entre 4:15 y 4:20. A este ritmo concluyo la primera vuelta al circuito y comienzo la segunda seguro de que no podré aguantar a ese ritmo. Sopla un viento molesto a la ida, pero no soy muy consciente de ello.  Aunque ahora que nos quedamos menos corredores se nota más.
Medalla Finisher, este año más modesta que el pasado
Entre la animación del público, la batucada, el avituallamiento, las vistas de la playa y el Mediterráneo y mis propios pensamientos personales, consigo mantener el ritmo y que los kilómetros pasen sin sentir mucho cansancio. Se acerca el kilómetro 21 y empiezo a temer la subida final hasta meta, corta pero que te hace sufrir en los últimos metros. Veo el crono de meta que marca 1:28:40 y pienso que el año pasado hice 1:28:57. Estaría bien clavar la marca del año pasado. Me dejo ir un poco para ajustar el tiempo. Finalmente me cuelo por un segundo y acabo en 1:28:58. El tiempo es lo de menos, las sensaciones han sido buenas. Seguimos trabajando para correr con garantías en Madrid.

Fecha: Domingo 25 de febrero de 2018
Hora: 10:00

Distancia: 21'097 kms
Tiempo: 1h28'58''
Media: 4:16
Bolsa del corredor: Camiseta y productos promocionales
Clima: Viento a ratos molesto
Sensación: Genial
Enlace: III Media Maratón Cambrils

ZURICH MARATÓN DE SEVILLA 2018 (José Julio)



¡Quitar espinas y DISFRUTAR! Domingo 25 de febrero de 2018 a las 8:30, llegó el gran día, el día para el que tanto había entrenado, soñado, imaginado en mi cabeza una y otra vez, y es que la distancia de 42.195 metros se vive muchas veces antes de enfrentarte a ella. De hecho yo comencé a vivirla cuatro meses antes, era el inicio de todo, preparar planificación, reservar hotel, cuadrar fechas,...Y esta vez con un objetivo muy claro: DISFRUTAR. Y es que aunque suene a tópico, esta maratón me debía llevar a eso, tan simple y tan complicado a la vez. Era la segunda vez que me enfrentaba a una Maratón y la primera de ellas fue para mi todo un sufrimiento, no disfrute en absoluto ni de la preparación, ni de la prueba,...así que como solía repetirme Lorena una y otra vez en estos meses previos, en esta Maratón tienes un objetivo claro: "¡Quitar espinas y DISFRUTAR!"

Preparar una maratón requiere dedicación y lo primero que hay que empezar a hacer es compaginar los entrenamientos con la vida diaria, que todo encaje como un puzzle, trabajo, familia,...esa es para mí la parte más complicada de controlar y de llevar a cabo, pues cada semana es un mundo completamente diferente y te encuentras con aspectos que hacen modificar lo previamente planificado.

Era noviembre de 2017 y comenzaba la aventura, los primeros entrenamientos y las primeras imágenes en la cabeza cruzando la meta en el Estadio Olímpico de Sevilla. Los días van pasando, vas completando sesiones, acumulando kilómetros y teniendo un montón de sensaciones que van desde las más positivas (esa medalla colgada ya en tu cuello) hasta las más negativas (algunas veces te preguntas qué haces corriendo un día de Navidad a las 9:00 de la mañana con un frío de espanto mientras el resto duermen como angelitos) Este ha sido quizá el único aspecto negativo de preparar la maratón para febrero, que te coge de lleno la Navidad, compromisos familiares, cenas, comidas,...y por supuesto entrenamientos, de nuevo cuadrar, hacer puzzles e intentar recortar todo lo posible en ingesta para no aumentar de peso. Pero a diferencia de la anterior maratón que corrí, que me pilló todo el verano de entrenamientos, he de decir que prefiero esta época del año sin lugar a dudas, el frío es incómodo a veces pero abrigándote bien lo superas, el calor de verano en Extremadura no hay quien pueda con él.

Otro aspecto importante que modifiqué en esta preparación con respecto a la anterior fue el acudir cada quince días aproximadamente al fisioterapeuta, para que me descargara y estirara. Había que tratar por todos los medios de reducir el riesgo de lesión, y la verdad, que me ha ido estupendamente.

Imprimí la planificación que me envió mi primo Javi, y que íbamos a seguir los cuatro Opinarunners que íbamos a participar en Sevilla, y fui subrayando en amarillo cada uno de los entrenamientos superados. Parece algo absurdo, pero esa sensación de ir subrayando en amarillo lo que has ido superando, te hace sentir cada vez mejor y vas sumando fuerzas para seguir entrenando. Cumplí casi el 80% de la planficiación, los entrenamientos que no realicé fueron por causas mayores: sobrecarga, constipado, viajes, trabajo,...pero tenía la sensación de que estaba entrenando bien y que llegaba fuerte a la prueba final. Las lesiones me estaban respetando y salvo algún partido de liga de pádel (lo sé, estoy en demasiados jaleos deportivos,jeje) traté de no hacer nada más de deporte que no fuera cumplir con lo que establecía la planificación.

En esta maratón, que se celebra relativamente cerca de mi pueblo de origen (Fregenal de la Sierra), quise también hacer partícipes a mis padres, que estuvieran allí presentes y que vivieran todo el ambiente y las sensaciones de esta fiesta del running. Así que también les reservé hotel en Sevilla y les dije que dejarán ese domingo 25 de febrero libre de hacer otras cosas. Correr una maratón es algo importante para mí, y ellos siempre están en las cosas importantes de mi vida (buenas o malas), así que si alguien merecía estar allí, eran ellos.

El sábado por la tarde nos juntamos todo el equipo OpinaRun (Sara, Manuel, Javi y yo) en la feria del corredor. Ya se notaba el ambiente previo y aparecían algunos nervios. Además en el equipo teníamos los dos contrastes, el positivismo extremo de Sara, que lo vivía todo como una fiesta, y el negativismo también extremo de Manuel, que se preguntaba, y nos preguntaba, una y otra vez si acabaría al día siguiente. La recogida de dorsal y fotos todos juntos (también estaban los acompañantes) fue un momento muy emotivo y para el recuerdo.


Recogida del dorsal

¡Quitar espinas y DISFRUTAR! desayunamos en el hotel unas dos horas antes de la salida. A ella nos dirigimos andando, pues el hotel estaba bastante cerca. Se empezaban a notar los primeros nervios en el estómago, eso sí, esta vez la noche anterior dormí bastante bien, no tuve esa ansiedad de la maratón anterior que no me dejó pegar ojo en toda la noche. Allí estábamos, últimas fotos, últimos besos y abrazos y todo listo para comenzar. 

En esta ocasión no habíamos hecho ningún entrenamiento juntos los Opinarunners, por lo que el ritmo que iba a seguir cada uno dependía de sensaciones. Yo llevaba en mi cabeza comenzar a 5:40 - 5:50 el kilómetro e ir viendo como respondía, pues es a ese ritmo al que realicé el entrenamiento más largo de la planificación, que fue de 30 kilómetros. Tenía que guiarme por sensaciones, porque un ritmo demasiado rápido me haría pagarlo al final de la maratón, pero también uno demasiado lento me hacía sufrir mucho sobre todo a nivel muscular, como había comprobado en algunas ocasiones en los entrenamientos.


Nervios previos a la salida
Ya en la salida empezamos a distanciarnos Manuel y yo de Javi y Sara, algo que particularmente no me agradaba, pues sé que serían un gran apoyo en los momentos duros de esta carrera (que siempre en una maratón los hay, antes o después) pero se trataba de mantener los ritmos que explicaba antes. Había muchísimo ambiente y una mañana fresca sin mucho sol que hacía más agradable correr por las calles de Sevilla. Aunque Manuel venía conmigo y parecía ir bastante bien, personalmente me preocupaba pues era la primera vez que se enfrentaba a la distancia de Filípides y no lo veía en días anteriores con la fortaleza mental (casi más importante que la física) que requiere esta prueba. Así que mientras yo fuera bien, trataría de animarlo todo lo posible. 

Pasamos los primeros kilómetros muy bien, hablando entre los dos, y pasando por monumentos preciosos de Sevilla como la Torre del Oro, la Maestranza,... sobre el kilómetro 8 nos estaban esperando Lorena, Elena y mis padres, para hacernos fotos y darnos los primeros ánimos. Ya iba a estas alturas Manuel quejándose de molestias en la rodilla (sigo pensando que era todo psicológico) y yo animándolo todo lo que podía.


Primeros kilómetros

Pasaban los kilómetros y las sensaciones eran buenas, me encontraba bastante bien y el ritmo me parecía cómodo. Trataba de ir bebiendo en los avituallamientos e ir reservando fuerzas para el final, pues ya sabía lo que aún nos esperaba.

Al paso del kilómetro 30 Manuel me dice que definitivamente va a caminar un rato, que se encuentra muy fatigado, que siga yo. Así que aquí empezaba mi verdadera maratón, con los kilómetros ya acumulados, y ahora sin compañía, aunque siempre fui con la sensación positiva de pensar que si paraba por alguna circunstancia detrás venían mis compañeros. Seguí manteniendo el ritmo e intentando dejar la mente en blanco, que fueran cayendo los kilómetros sin pensar.

Llegué a la Avenida de Las Palmeras y ahí fue la primera vez que noté el cansancio y la pesadez de piernas. Una vez superado el estadio del Betis, es una recta muy larga, donde no se observa el final de la misma y ahí precisamente tuve un bajón físico y sobre todo psicológico. Como había avituallamientos cada 2,5 kilómetros, trate de marcarme metas pequeñas, e ir de uno a otro, superando así pequeñas maratones dentro de la maratón.  Cada vez que llegaba a uno y bebía agua fresca, era como un soplo de aire que me animaba a continuar. Creo que justo en este tramo de la carrera hubiera sido fundamental llevar la compañía de alguno de los Opinarunners. Una vez superada esta larga avenida llegaba el premio, entrábamos en la Plaza de España, con muchísimo público animando, un ambiente maravilloso y aunque los adoquines de la plaza a estas alturas se clavaban en los pies como puñales, fue un punto clave para recuperar la moral. Precisamente al salir de la Plaza de España, llegaron por primera vez a mi cabeza los pensamientos de dejar de correr y caminar un rato, las piernas ya me dolían muchísimo y me notaba bastante cansado en general. 


Plaza de España
Pero pronto entramos en las calles principales, dirección a la Catedral de Sevilla y la Giralda, y ahí el público es espectacular. Hacen como un pasillo que me recordaba a las épicas etapas del Tour de Francia o de la Vuelta a España, te animan, te alientan, te llaman por tu nombre escrito en el dorsal, te empujan literalmente a continuar...así que parar y caminar aquí era "imposible". Y así entre unas cosas y otras fueron pasando los kilómetros, una vez calmado el ambiente del público sevillano y cerca ya de la parte final de carrera volví a sentir ese cansancio extremo y esos pensamientos negativos de parar y caminar. En estos momentos me encontraba cuando pasé por el kilómetro 39, quedaban 3 kilómetros para mis piernas, quedaban unos 300 kilómetros para mi cabeza. Y como una aparición mariana en el momento justo, llegaba el globo de las 4 horas y 30 minutos, lo llevaba un chico que animaba muchísimo y que en cuanto me vio me dijo: "Vamos únete y no pares, entramos ya todos juntos en el estadio", y al principio animado por su apoyo y posteriormente por vergüenza torera, me pegué a ellos y me dije: "aquí ya hasta el final, como pare ahora se me hará eterno solo..."

Y es entonces cuando aparece por fin el estadio al fondo, y vuelve a haber público animando y alentando con todas sus fuerzas, y es aquí cuando olvidas el cansancio y empiezas a disfrutar de lo que vas a conseguir. Cruzas el túnel del estadio y la oscuridad de este hace que todo se detenga por un instante, cierras los ojos, ya no se nota el cansancio, y cuando los vuelves a abrir estás ya en la pista de atletismo, vuelve a haber luz del sol en tu cara y sabes que ahora sí, lo que queda es disfrutar, es precisamente este tramos, estos 400 metros aproximadamente, los que dan sentido a todo lo que hiciste por llegar ahí. Crucé el kilómetro 42, miré a las gradas del estadio, allí estaba mi novia Lorena, mis padres, Elena... ¡la familia, los que siempre están! 



Era el momento de disfrutar, de cruzar la meta, de colgarse la medalla, de esperar al resto de compañeros y abrazarlos, y compartir tanta felicidad. Ahora sí, segunda maratón, primera DISFRUTANDO.


Felicidad compartida

"42.195 metros de esfuerzo, ilusión, sueños, dolores, emoción, alegría, cansancio, felicidad,... La Zurich Maratón de Sevilla, como la vida, a cada paso un sentimiento..."


Maratón de Sevilla 2018

Fecha: Domingo 25 de febrero de 2018
Hora: 8:30
Distancia: 42, 195 kilómetros
Tiempo: 4:25:45
Media: 6'17''
Bolsa del corredor: Cortavientos New Balance
Clima: Nublado y fresquito
Sensación: Muchas y muy diversas

XXXIV MARATÓN DE SEVILLA 2018 (Javi)

Cartel del XXXIV Maratón de Sevilla

La crónica de un maratón es mucho más que la crónica de cualquier otra carrera en la que haya participado. No es sólo hablar de las sensaciones durante la carrera, del recorrido o de la bolsa del corredor. Es, además de todo eso, hablar de los meses de preparación física y mental, de las conversaciones y ánimos con la familia y amigos, de los cuidados especiales para no enfermar o lesionarte durante la preparación, de los nervios los días previos, de revisar una y otra vez el tiempo que va a hacer para saber cómo ir vestido, de las noches visualizando y mentalizándote para ello, de los acompañantes animando y apoyando durante los entrenamientos y la carrera, de los recuerdos que ya se quedarán para siempre, de los dolores durante los días de después... Es una crónica de unos meses muy intensos.

Este ha sido mi segundo maratón. Y eso tenía algo positivo: sabía que era una meta alcanzable. Pero también algo negativo: sabía todo el sacrificio que conlleva. Y sopesando pros y contras decidí embarcarme por segunda vez en esta experiencia vital como pocas.

Las dieciséis semanas de preparación fueron relativamente bien. Los kilómetros fueron cayendo según lo previsto, incluso en Navidades. Salvo un día por viaje y otro por una climatología con viento y nieve, fueron perfectos. La única pega fue que la tirada más larga fue la que tuve que suspender por la nieve. Reconozco que en esta ocasión se me hizo la preparación muy larga, puede que por no tener la misma ilusión que la primera vez. Y a tres semanas de la carrera, un catarro amenazó con dejarme sin poder preparar bien los últimos entrenamientos. Afortunadamente, pude salir del paso y llegar a la línea de salida con los deberes hechos.

16 semanas de preparación

Este maratón era también especial por la compañía. Además de mi habitual compañero runner en carreras, Jose Julio, se sumaban mi amiga Sara y Manuel, amigo también de Jose Julio. Era además, la primera carrera de más de dos OpinaRunners juntos y encima en la prueba reina. Y era también especial por la familia que me acompañaron todo el fin de semana en esta aventura, presencialmente en Sevilla y desde la distancia en Granada, Ibiza y Nantes.

El sábado nos reunimos los Opinarunners en la feria del corredor. La recogida de dorsales y bolsa del corredor fue rápida, está muy bien organizado. Destacaría que en lugar de la clásica camiseta técnica, en esta prueba entregan a cada corredor un cortavientos de un color precioso, amarillo maratón. Era fácil distinguir a muchos corredores con él puesto en la feria. Después de algunas fotos de recuerdo, quedamos directamente en la salida al día siguiente.

OpinaRun en el podio

La climatología era perfecta. Una mínima de 8º y una máxima de 16º, con nubes para ocultar un poco el sol que en Sevilla es bastante abrasador. Además, la previsión de lluvia que había unos días antes desapareció a última hora, por lo que no habría ningún problema el día de la carrera.

A las 8:30 comenzó la prueba y los cuatro pasábamos juntos por la línea de salida. En seguida se comprobó que Jose Julio y Manuel tenían un poco más de ritmo y tomaron la delantera. Sara y yo teníamos el mismo ritmo y empezamos los primeros kilómetros juntos. Pronto me di cuenta que para mí era perfecto seguir manteniendo el ritmo, sin ir ahogado pero marcando los 6:20 - 6:30 que tenía en mente. Así que seguimos juntos disfrutando del ambiente, comentando las sensaciones y saludando al público y, en especial, a la familia que nos hizo un completo reportaje fotográfico. Así pasamos por el kilómetro diez y el quince, justo al llegar a la Macarena. El recorrido es absolutamente plano y eso se agradece muchísimo en una distancia tan larga en la que cualquier esfuerzo extra se paga.

Sara y yo seguíamos al mismo ritmo. Los dos estábamos cómodos así y además da el valor añadido de ir acompañado, que es muy importante también para hacer más llevadera la experiencia. ¡Sara es una compañera de running excepcional! Siempre con mentalidad positiva, animándome y comentando anécdotas de la carrera y de cualquier otra cosa que nos hacía reír y sobrellevar el esfuerzo con una sonrisa. Ha sido su primer maratón y me transmitió durante la carrera toda su ilusión, lo que me ayudó muchísimo en los momentos más complicados.

Como si no costara...
Me hubiera gustado haber corrido durante algunos kilómetros al menos con José Julio. Esta carrera era un objetivo conjunto y habíamos estado hablando de ello y comentando los entrenamientos durante mucho tiempo. ¡Siempre es genial correr a su lado! Pero en el maratón no se pueden hacer concesiones y los ritmos no eran los mismos. Así que era mejor no forzar en mi caso.

A partir del kilómetro dieciséis empecé a notar molestias en la planta del pie izquierdo. Parecía que me iba rozando la zapatilla, cosa extraña porque tanto el calzado como los calcetines eran de uso habitual y nunca había tenido problemas de ampollas. Además, no hacía un calor excesivo que provocara problemas con el sudor. Así que me extrañó mucho sentir esa molestia. El problema es que en el kilómetro veinte el dolor era ya continuo y tenía muy claro que me quedaría alguna ampolla de recuerdo. Pero había que aguantar el dolor y seguir como fuera, intentando no pensar mucho en ello.

Merece la pena destacar los puestos de avituallamiento líquido y sólido. Durante todo el recorrido había algún puesto cada 2,5 kilómetros con cantidad abundante para todos los corredores, incluso los que íbamos en la parte de atrás de la clasificación. Agua, bebida isotónica, plátanos y geles repartidos en ambos lados del recorrido y durante varios metros, para evitar aglomeraciones que pudieran cortar el ritmo. Es muy de agradecer la labor de los voluntarios, animando y haciendo reír con comentarios ingeniosos continuamente. Se nota que en la maratón de Sevilla cuidan al corredor.

Al llegar al temido muro del kilómetro 30 decidí ponerme música. Aunque iba bien y no notaba en exceso el cansancio me pareció buena idea por animar un poco los últimos kilómetros con la música que tanto me gusta. Sara hizo lo mismo, aunque era evidente que no necesitaba animarse porque iba perfectamente. La curiosidad fue que, al encender el mp3, la canción que empecé a escuchar era "La cuadratura del círculo" de Vetusta Morla y, en concreto, el verso que dice "rendirse no es una opción". Eso me animó mucho más, como si fuera una especie de mantra que repetirme en el tramo final de la carrera.

Disfrutando de la Plaza de España

Después de una recta eterna llegamos hasta el Parque de María Luisa y entramos en la Plaza de España en el kilómetro 35. Ahí nos encontramos con Manuel que se enganchó a nuestro ritmo para completar la vuelta a la plaza más emblemática de Sevilla. Me pareció preciosa especialmente ese día, mientras la recorríamos con el público animando y aplaudiendo. Justo al salir de la plaza, una pareja del público nos mostraba un cartel que decía "Rendirse no es una opción". Otra vez el mantra para los kilómetros finales.

Los últimos cinco kilómetros fueron los que más me costaron. A pesar de recorrer el centro de la ciudad por las calles más típicas me encontraba ya con muy pocas fuerzas. Además, el dolor del pie era constante y me costaba aislarme de eso y tratar de distraerme con la gente y las vistas de la ciudad. En el kilómetro 39 decidí pararme, pero Sara consiguió animarme a seguir. Me tomé un gel de los que había cogido en el último avituallamiento, porque empezaba a notar algo de hormigueo en los dedos y me encontraba muy flojo. Sabía que quedaban sólo tres kilómetros escasos, pero pensé que si seguía podría sufrir demasiado. Así que pare un poco antes del kilómetro 40 con mucha rabia, me costó mucho despedirme de Sara. Después de llegar hasta allí hubiese querido entrar juntos en meta. Pero era preferible parar y no tener un disgusto unos metros más adelante. Tuve suerte que en el kilómetro 40 estaba el último puesto de avituallamiento antes de la meta y pude recuperar bien mientras andaba. Repuse líquidos y tome un par de plátanos y me puse de nuevo en marcha tras unos cinco minutos andando.

Llegué a la entrada del estadio adelantando a algunos corredores que ya estaban en las últimas y me alegré de haber parado para recuperar. La bajada hasta la pista de atletismo me pareció un poco empinada para ser el final de la carrera. Estoy seguro que más de uno tuvo que bajar con mucho cuidado para no perder el equilibrio al final.

En la pista de atletismo empecé ya a disfrutar de mi logro. Mirar hacia arriba y ver las gradas del estadio, contemplar la pista de tartán y divisar a mi familia en las gradas animando hasta el final, escuchar los aplausos de los acompañantes de otros corredores que reconocen el esfuerzo... Ahí es cuando compensa todo el tiempo que he invertido en conseguirlo.
¡Conseguido!

Tras recoger la merecida medalla me encontré con José Julio que aún andaba por la pista y juntos nos dirigimos hacía el completísimo avituallamiento final para reponer fuerzas y reencontrarnos con la familia.

Había conseguido terminar mi segundo maratón y, salvo el dolor en el pie, con buenas sensaciones. Pero, al poco de terminar, ya decidí que no volvería a correr ninguno más. El esfuerzo y la dedicación son demasiado grandes para la recompensa que conlleva. Mi objetivo siempre será terminar la prueba, no tengo intención de mejorar tiempos. Y eso ya lo he conseguido dos veces. Para mí es más que suficiente. Seguro que sí seguiré corriendo y participando en carreras, pero en distancias más cortas que requieran una preparación menos exigente.

Así que aquí termina mi relación con el maratón. Y puedo decir orgulloso aquello de que fue bonito mientras duró.

Fecha: Domingo 25 de febrero de 2018
Hora: 08:30

Distancia: 42'195 kms
Tiempo: 4h34'22''
Media: 6'30''
Bolsa del corredor: Cortavientos
Clima: Perfecto para correr
Sensación: Genial, exceptuando el dolor del pie
Enlace: Zurich Maratón Sevilla

ZURICH MARATÓN DE SEVILLA 2018 (XXXIV Edición)


Hace sólo 4 días que he corrido mi primera maratón. ¡Todavía no me lo creo, yo maratoniana! No sé por dónde empezar a escribir esta crónica, son tantas las sensaciones y emociones vividas estos meses, y en especial el pasado domingo, que me resulta muy complicado hacer un resumen.

Tras cinco años corriendo decidí dar el salto e intentar correr una maratón. Elegí la de Sevilla por dos razones fundamentales. En primer lugar su trazado totalmente llano (la más llana de Europa), perfecta para mi objetivo que era sencillamente terminarla sin arrastrarme, independientemente del tiempo. Nunca me han preocupado mis marcas y mucho menos en esta distancia tan exigente. En segundo lugar, la fecha (finales de febrero) era ideal para el entrenamiento ya que no llevo demasiado bien el calor para correr.

Empecé el plan a principios de noviembre, un plan de 16 semanas saliendo 3 días por semana. Conseguí cumplir todas las tiradas largas y casi todos los entrenamientos de entre semana. Durante esos cuatro meses de entrenamiento he tenido de todo: sensaciones increíbles pero también muchas dudas, pereza, molestias intestinales inoportunas, algo de lluvia y mucho frío, prisas por llegar a recoger a las niñas, varios entrenos de noche por caminos no muy iluminados... Y también problemas físicos, varias semanas con ampollas (tuve que cambiar de zapatillas) y alguna que otra sobrecarga que resolví visitando varias veces al fisio. Pero seguía adelante y, poco a poco, entrenamiento a entrenamiento, con esfuerzo, ganas, ilusión y escuchando los sabios consejos de otros corredores (agradecimientos al final de la crónica) fui superando todos esos obstáculos y subiendo mi nivel de confianza, tan importante para el gran día.

Cumplido el entrenamiento me planté en el día antes de la carrera. Aprovechamos para ir a la feria del corredor, muy bien organizada y con ambientazo. Lo pasamos muy bien juntándonos el equipo OpinaRun casi al completo: Javi, Jose Julio, Manuel y yo misma como corredores, y Elena y Lorena como acompañantes y haciendo una gran labor de fotógrafas, apoyo logístico y moral. Sólo nos faltaba Gabriel, ¡ojalá pronto podamos reunirnos tod@s! A mí me acompañaba también mi mejor apoyo, mi familia: Saúl, Nerea y Laura. 



Opinarun bajo el temido muro!!

Ese día previo todo eran sonrisas, no sé si de nervios, miedo, ilusión... seguramente una mezcla de todo. Y nos despedimos dispuest@s a descansar lo que los nervios nos dejaran. Yo tuve suerte, llevaba varias noches durmiendo regular y pude dormir 5 o 6 horas seguidas.

Y por fin llegó el día de la carrera. El día que llevaba esperando casi un año. La semana anterior estuve viendo un montón de vídeos y escuché que es importante normalizar la situación ese día, dentro de lo posible. Intentar pensar que no deja de ser una tirada algo más larga de las que has hecho hasta ahora. Y mantener los mismos hábitos, el mismo desayuno y rutina que en anteriores tiradas. Y así, mentalizada, confiada, bastante tranquila, y sobre todo supercontenta e ilusionada, salí hacia nuestro punto de encuentro, la entrada al cajón de > 4h.
Vamos Opinarun!

¿Qué tal se nos dará?

Unas cuantas fotos, unas cuantas risas para bajar la tensión y ...¡pistoletazo de salida! Javi y yo acordamos en principio salir junt@s a un ritmo que nos era cómodo a los dos (6.20-6.30) y ya veríamos cómo transcurría la carrera. Teníamos claro que no era el día de forzar.

Tanto el circuito como la organización son inmejorables. Totalmente llano, avituallamientos cada 2.5km (agua e isotónico), no faltaba de nada en ningún punto, much@s voluntari@s maravillos@s animando en todo momento. A partir del km 20 también hay geles y desde el 25, plátanos. Yo, siguiendo consejos de maratonianos, bebí en todos los avituallamientos, me mojé la cabeza, la cara, me mantuve lo más hidratada posible. También cogí plátanos siempre que pude y tomé tres geles, uno en el km 20, otro en el 30 y el último en el 37.5.

El tiempo acompañó totalmente, hacía bastante fresco y apenas vimos el sol. De hecho, llevaba una manga larga megacutre que pensaba quitarme en cuanto tuviera calor y me la quité ya al final en el km. 40.

Sobre la ciudad, poco puedo decir. Iba muy concentrada en ir tranquila, en mis sensaciones, mi ritmo … así que apenas me fijé. Fui consciente de pasar por la Torre del Oro (Javi me sirvió de guía turístico), la Macarena, el Sánchez Pizjuán... y poco más. Hubo un par de rectas que se hicieron enooooooormes, largas, interminables. Pero manteniendo nuestro ritmo y con mucha hidratación, seguimos adelante y quedaron atrás.

Durante el recorrido tuvimos la suerte de tener a nuestra gente animándonos, en el km 10,en el 15 y en el 28. Este km era especial para mí porque sólo en ese estarían Saúl, Nerea y Laura, así que para mí era un hito llegar hasta allí en buen estado. Y lo conseguí, hasta ese km 28 iba muy bien, a mi ritmo, cómoda, hidratada… y me dio un subidón increíble verles tan sonrientes y tan orgullos@s de mí.

A partir de ese km 28, ya sin alicientes hasta la meta, yo sabía que empezaba realmente mi maratón. Mi máxima tirada anterior había sido de 29 kms, así que esperaba encontrarme con el temido muro en cualquier momento. En el kilómetro 30 nos pusimos música, ya había pocas ganas de hablar... y sorpresa, sigo encontrándome bien, contenta, con ganas, sin dolores. Kilómetro a kilómetro llegamos al 34, al parque de Maria Luisa, ¡no me lo puedo creer! El día anterior habíamos estado allí por la mañana y yo estaba convencida de que llegaría agonizando, y ¡para nada! Me emociono, empiezo a medio llorar, y eso amenaza con romperme el ritmo. Así que contengo la emoción y vivo a tope esa entrada al parque, la vuelta a la plaza de España (momento cumbre de la carrera para mí), acompañada de Javi y también de Manuel. En ese momento yo no corría, ¡volaba!
 
El mejor momento de la carrera

Salimos del parque de Maria Luisa y encaramos el casco antiguo. Se supone que a esas alturas yo debía haber pasado el terrible muro (que no había llegado) y que en ese tramo me volvería a venir arriba. Yo no sentí eso, de hecho después de mi momento “cumbre” en la Plaza de España sentí que el resto se me hacía eterno. Seguía bien, sin dolores de importancia, sin sufrir, convencida de que llegaría a meta, pero los kilómetros se hacían más largos cada vez… tocaba no pensar, poner la música a todo volumen, agradecer el apoyo y los aplausos de la gente, seguir, seguir y seguir sin pensar… y así llegamos hasta el kilómetro 40. En ese momento Javi necesita andar un poco (leed su crónica) y yo, entre dudas y con mucha pena por no poder cruzar junt@s la meta, finalmente sigo a mi ritmo.

Durante esos dos kilómetros finales veo a muchísima gente andando, sufriendo, y me veo a mí misma corriendo y en buena forma, me sorprendo, me felicito, me vengo arriba y corro y corro y corro... 

Llega la rampa de entrada al estadio, otra vez vuelve el llanto, me digo a mí misma que soy la leche, no me creo haberlo conseguido sin sufrir, sonriendo casi todo el recorrido. ¡Un sueño correrla así! Intento contener las lágrimas. Me acuerdo de mi padre y de mi abuelo que ya no están conmigo, les mando un beso y sigo adelante. Piso el tartán, todavía quedan unos metros, y veo y oigo a Saúl y a mis niñas al fondo en las gradas gritándome, animándome… no puedo estar más feliz. Sigo corriendo, encaro la recta de meta, veo el tiempo (llevaba varios kilómetros sin mirar el reloj) y veo que estoy en el tiempo previsto, ¡no me lo creo! Tras unos segundos en los que más que correr floto, cruzo esa meta y ... ME CONVIERTO EN MARATONIANA. 

Y por unos momentos me admiro y me permito sentirme grande.
Felicidad absoluta
Desde ahí, ya todo emoción, la medalla, los abrazos de otros corredores que me veían llorar, sigo andando sin saber muy bien por dónde salir, me dejo llevar por el río de maratonian@s felices, bebo y como todo lo que pillo, naranjas, plátanos, barritas... voy como en una nube y sólo quiero ver a mi familia y saber que Javi ha entrado bien. Llamo a Saúl que está muy emocionado y me dice que Javi ya ha entrado, ¡bien!
 
¡Ya eres mía!
El reencuentro con Saúl, Nerea y Laura, ver su alegría y el orgullo en sus ojos, me emociona mucho.
El reencuentro con mis compis opinaruners, tod@s finisher, otro momentazo.

¡¡Opinarun finisher!!

¡Grande Javi!
Para mí es un triple éxito: He cumplido un plan de entrenamiento que me parecía duro, he terminado una maratón, y lo mejor de todo sin duda, la he disfrutado un montón. Me da igual el tiempo y la clasificación, nunca he sido una atleta ni aspiro a serlo. Esas 4 horas y media de esfuerzo absoluto y haberme encontrado tan tan bien no las cambio por nada.

Y por momentos como estos… ¡qué más se puede pedir!

Con mis mejores fans

Con mi muso
Y ahora los agradecimientos. GRACIAS GRACIAS Y GRACIAS…

Gracias maratón! Por ponerme a prueba y ayudarme a sacar la mejor versión de mí misma. Siempre contenta, siempre aprendiendo, siempre adelante.
Gracias Saúl!! Por inspirarme a empezar a correr. Por traspasarme tu veneno runner. Por tu enorme paciencia, por tus sabios consejos y por apoyarme y acompañarme siempre. Por creerme capaz de esto antes incluso que yo. Media medalla es tuya.
Gracias Nerea, Laura, mamá y Paloma!! Donde yo vaya vais conmigo. Otro trocito de medalla para vosotras.
Gracias Javi!! Por esos 40 kms compartidos tan inolvidables, por tus ánimos y por tus consejos. Tenemos una meta pendiente (no tiene que ser de maratón eh?)
Gracias a mis compis opinaruners (Elena, Gabriel, Jose Julio, Lorena, Manuel) por acogerme en ese grupo tan estupendo y por poder compartir esta experiencia tan chula con vosotros. Por vuestros buenos consejos y ánimos. Con vosotros ha sido más fácil y divertido.
Gracias al resto de mi familia, amig@s, compañer@s (sois much@s para mencionaros a tod@s) por vuestros ánimos. Sé que la mayoría no entendéis por qué hacemos esto, y que a algun@s hasta os parece algo muy friki, pero no importa. Somos loc@s incomprendid@s pero suuuperfelices.
Gracias a la organización y a l@s voluntari@s. Gracias a la gente en Sevilla que dedicó su mañana de domingo a animar a más de 10.000 loc@s. Esos ánimos nos daban la vida. 

Cuatro días después de haber corrido mi primera maratón, ya estoy pensando en la siguiente... ¡definitivamente estoy loca!

¡Así somos!

Fecha: Domingo 25 de febrero de 2018
Hora: 08:30

Distancia: 42'195 kms
Tiempo: 4h30'20''
Media: 6'23''
Bolsa del corredor: Cortavientos
Clima: Fresquito perfecto para correr
Sensación: Genial
Enlace: Zurich Maratón Sevilla

domingo, 11 de febrero de 2018

I TRAIL URREA DE GAÉN. LA CARRERA DEL BUITRE

Otra vez cambiamos las zapatillas de asfalto por las zapatillas de trail y nos disponemos a embarrarlas en esta carrera del buitre, que con solo mencionar el nombre ya asusta. Pero nada más lejos de la realidad: carrera bonita, dura en algún tramo pero asequible y bien organizada. Tan solo dos puntos del recorrido hicieron dudar a más de un corredor e incluso algunos tomaron el desvío equivocado. Pero de todo se aprende, la organización tomó cumplida cuenta y estos detalles son fácilmente solucionables en próximas ediciones.

Recorrido y perfil de la prueba

Nos situamos ya en el arco de salida dispuestos a enfrentarnos a lo que se nos presente. En estas carreras siempre se sale rápido, por las calles del pueblo, pero en cuanto salimos a campo abierto y empiezan las primeras rampas, el ritmo se hace más llevadero. En este caso de la trail de Urrea ocurrió exactamente lo mismo. Poco a poco cada uno coge su ritmo y comienza la verdadera carrera de sufrir y disfrutar a partes iguales.


Primeros momentos de la carrera
La carrera discurre en torno al río Martín, lo que asegura unos paisajes y vistas preciosos. Y menos mal que no hubo que vadearlo en ningún tramo, pues en esta época del año el río va de agua hasta arriba, así que del remojón no nos hubiéramos librado nadie.

Salvo algún tramo por pista, casi todo el trazado discurre por sendas, en general muy bien marcadas y fáciles de seguir. Varios tramos presentaban una pequeña complicación técnica con bajada muy pronunciada y algo de piedra suelta. El secreto es bajar el ritmo y llegar abajo sin aterrizar en el suelo. Eso si, los buenos vuelan en estos tramos y parece que casi no tocan el suelo.

La prensa local se hace eco de la carrera
Llegada a la plaza del pueblo con un gran ambiente y después de reponer líquidos con agua y bebida isotónica, la organización nos recompensa el esfuerzo con chocolate y raspao (dulce típico de la zona). Otra carrera de montaña más en la zona con muy buena pinta que esperemos se consolide para futuras ediciones.

Fecha: Domingo 11 de febrero de 2018
Hora: 10:30
Distancia: 13.6 kilómetros
Tiempo: 1h14'47''
Media: 5'20''
Bolsa del corredor: Camiseta manga larga
Clima: Muy buena mañana, al final calor
Sensación: A tope!!!!!
Enlace: I Trail Urrea de Gaén