La entrada llega con un poco de retraso, pero es la primera vez que escribo en el blog y no quería que las prisas dejaran una mala crónica de una carrera tan especial.
La San Silvestre burguillana es tradición en mi familia. Desde pequeña iba con mi madre, mi hermana, mis abuelos y mis primas a animar a mi padre y a mi tío. Siempre me pareció una prueba muy dura y nunca imaginé que algún día sería yo la que recibiera los ánimos. Pero el año pasado me inscribí por primera vez y una vez que empiezas ya no puedes parar, así que aquí estamos otra vez. Como todos los 31 de diciembre, la tradición comienza comiendo pasta. Después, en un primer coche, mi padre, mi tío y yo nos desplazamos hasta Burguillos. Un rato después viene otro coche con los animadores. Recogemos el dorsal y nos ponemos a calentar. Los nervios están a flor de piel, pues este año mi tío me va a acompañar durante el recorrido y no quiero quedarme atrás. Nos dirigimos a la salida y esperamos impacientes el pistoletazo que da comienzo a la prueba. Las primeras vueltas son muy rápidas, ya que los ánimos del público te hacen coger velocidad; sin embargo, soy consciente de la dureza del recorrido y decido, aconsejada por mi tío, bajar el ritmo. En los primeros kilómetros trato de coger un ritmo adecuado que pueda mantener durante toda la carrera. No presto mucha atención al reloj, es mi tío el que se encarga de mirarlo. Vamos a 5’20’’, algo rápido para lo que había estado entrenando, pero me encuentro bien. A mitad del recorrido llega la temida cuesta, pero con pasos cortos la superamos sin problemas. Seguimos a un ritmo de 5’20’’-5’25’’ y vamos pasando a muchos corredores.
Llegamos a la zona final del circuito. Quedan algunas cuestas, pero ya se ve a lo lejos el parque con una gran afluencia de público. El ritmo sigue igual, nos mantenemos durante toda la carrera. Tras pasar de nuevo por la salida enfilamos la calle de entrada al parque. Como siempre, está llena de gente y mi familia también está animando. Apretamos los últimos metros y por fin, cruzamos el arco de meta. El tiempo es muy bueno, bajo casi cinco minutos la marca del año anterior!!! Sin duda, los ánimos de mi tío fueron fundamentales.
Finalmente, nos reunimos con mi padre, que ha hecho una marca de 35’12’’ y comenta que ha empezado muy fuerte los primeros kilómetros y lo ha pagado un poco en el tramo final. Aún así está contento con el resultado obtenido.
Un año más terminamos el año corriendo en familia. ¡Que la carrera no pare!
Fecha: Domingo 31 de diciembre de 2023.
Hora:17:00.
Distancia: 8 kilómetros.
Tiempo: 42’22’’.
Media: 5’17”.
Bolsa del corredor: Camiseta de color naranja, folletos turísticos de la zona y botella de agua.
Clima: Calor para la época del año.
Sensación: Magnífico ambiente y gran compañía.
Enlace: San Silvestre Burguillano
Crónica del San Silvestre Burguillano por Julia Sánchez.
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