Después de la lesión que me impidió correr el Maratón de Castellón, hubo cambio de planes y ya que tanto Lorena, José Julio como yo teníamos hotel y viaje reservado, decidimos correr los tres la prueba de 10 kilómetros y pasar el fin de semana previsto en la ciudad, disfrutando de un poco de turismo y el domingo la carrera. Desde luego se trata de una carrera muy bien organizada, donde se cuida mucho al corredor y, además, no está tan masificada como otras maratones populares de nuestro país. En definitiva, muy recomendable por muchos aspectos.
Después de un sábado tranquilo, paseando, disfrutando de una ciudad acogedora y, por cierto, cenando muy bien en la Tagliatella unos platos enormes de pasta como manda la tradición, nos vamos al hotel situado a pocos metros de la salida dispuestos a descansar para el día siguiente.
Amanece un día agradable y quedamos en la entrada del hotel para ir a desayunar al buffet especial de corredores que nos tienen preparado. Y de ahí a la salida a encarar los 10k.
Salimos junto con los corredores de la maratón en un gran ambiente. Las calles cercanas a la salida están repletas de público y los primeros metros se hacen con muchas facilidad. El tiempo acompaña, hace una mañana soleada y nada calurosa. Transcurren los primeros kilómetros y no tengo apenas molestias en la pierna. Por detrás José Julio y Lorena avanzan al ritmo previsto. Para Lorena será un buen test sobre su preparación para la media maratón de Madrid.
El circuito es prácticamente llano y muy entretenido, pasando por todos los lugares emblemáticos de Castellón. La llegada en el parque de Ribalta también resulta espectacular y la atención al corredor inmejorable.
Al final los tiempos son lo de menos. Hemos disfrutado de un gran fin de semana de carreras y los tres hemos completado los 10k con una sonrisa en la cara. No se puede pedir más.
Después de un sábado tranquilo, paseando, disfrutando de una ciudad acogedora y, por cierto, cenando muy bien en la Tagliatella unos platos enormes de pasta como manda la tradición, nos vamos al hotel situado a pocos metros de la salida dispuestos a descansar para el día siguiente.
Amanece un día agradable y quedamos en la entrada del hotel para ir a desayunar al buffet especial de corredores que nos tienen preparado. Y de ahí a la salida a encarar los 10k.
El circuito es prácticamente llano y muy entretenido, pasando por todos los lugares emblemáticos de Castellón. La llegada en el parque de Ribalta también resulta espectacular y la atención al corredor inmejorable.
![]() |
Opinarunners llegando a meta |
No hay comentarios:
Publicar un comentario