Después
de las buenas sensaciones que me dejó la maratón de Sevilla el año
pasado, no dudé en intentar repetirlas en Madrid. Tenía un único
objetivo: volver a DIS-FRU-TAR, esta vez
en mi ciudad.
Hice el mismo plan de entrenamiento añadiendo todas las cuestas posibles, creo que incluso me pasé. Semana a semana fui cumpliendo el plan pero a diferencia del año anterior, en esta ocasión en la semana 14 (la última semana dura) pasé un bache físico y sobre todo mental. Ya estaba muy cansada de correr y correr y de no poder dedicarme a otras cosas que me gustan. Además, tenía muchas dudas sobre si sería capaz de llegar, ya que en la última tirada de 25 km lo pasé fatal, demasiadas cuestas, yo creo que sufrí en esa tirada todo lo que no había sufrido en Sevilla. Sí, ya sabía que era capaz de correr 42 kms en llano, pero… ¿podría con las cuestas? ¿Sería un objetivo demasiado ambicioso para mí?
Afortunadamente llegaron las dos últimas semanas de descarga y empecé a descansar. Me dejé de preguntas y dudas, y volvió la motivación que había perdido, simplemente se trataba de pasarlo bien, sin presión. Dejé de obsesionarme con llegar a meta y recuperé la ILUSIÓN de intentarlo al menos, tan necesaria para mí.
Hice el mismo plan de entrenamiento añadiendo todas las cuestas posibles, creo que incluso me pasé. Semana a semana fui cumpliendo el plan pero a diferencia del año anterior, en esta ocasión en la semana 14 (la última semana dura) pasé un bache físico y sobre todo mental. Ya estaba muy cansada de correr y correr y de no poder dedicarme a otras cosas que me gustan. Además, tenía muchas dudas sobre si sería capaz de llegar, ya que en la última tirada de 25 km lo pasé fatal, demasiadas cuestas, yo creo que sufrí en esa tirada todo lo que no había sufrido en Sevilla. Sí, ya sabía que era capaz de correr 42 kms en llano, pero… ¿podría con las cuestas? ¿Sería un objetivo demasiado ambicioso para mí?
Afortunadamente llegaron las dos últimas semanas de descarga y empecé a descansar. Me dejé de preguntas y dudas, y volvió la motivación que había perdido, simplemente se trataba de pasarlo bien, sin presión. Dejé de obsesionarme con llegar a meta y recuperé la ILUSIÓN de intentarlo al menos, tan necesaria para mí.
El
jueves fuimos con las niñas a la feria a coger nuestros dorsales, muy
content@s y emocionad@s, ya que ha sido nuestra primera maratón junt@s
(ojalá que la primera de muchas,
¡Barcelona y Valencia nos esperan!). No la corrimos junt@s, nuestros
ritmos están a años luz, pero sí la hemos entrenado a la vez. Más
complicado de cuadrar siendo dos l@s que entrenan, pero también mucho
más fácil de llevar, puesto que compartes ilusión, dudas, motivación...
¡Gracias
Saúl por todos tus consejos y por tu paciencia con mis dudas! Ya sabes que me inspiras.
Y llegó el viernes, el día antes de la carrera, y sorpresa sorpresa… me
vino la regla. ¡Horror! Hay mujeres que ni se enteran pero no es mi
caso, yo la sufro mucho, especialmente
las jaquecas, de hecho el viernes lo pasé entero con dolor de cabeza.
Pero me mantuve positiva, preparé todo igualmente, conservando la
esperanza de poder salir al menos y hacerlo lo mejor posible.
Sinceramente el viernes no creía que fuera a llegar a meta,
por lo duro del recorrido y con el añadido de la regla, pero estaba muy
contenta por poder intentarlo al menos.
Amanece
el día de la carrera, sigo con dolor de cabeza, apenas he dormido, pero
nos preparamos y salimos. Entre el café, el paseo hasta Colón y un
ibuprofeno, a la hora de la salida me encuentro
mejor. El clima también ayuda, hace sol pero con fresquito, perfecto
para correr. Dejo a Saúl en el cajón 2, al despedirnos estamos
de acuerdo en que si llego a Sol ya está más que bien. Yo me voy al
cajón 8, el cajón de las tortuguillas como yo, el
ambiente es increíble, mucha gente contenta, sonriendo, animada…
Subidón de adrenalina…
¡Y empezamos! Los 6 primeros kilómetros son de subida, entre eso y que hay muchísima gente, apenas puedo marcar un ritmo, simplemente me dejo llevar. En el km 6/7 empieza Bravo Murillo, cuesta abajo, el pelotón se estira, empiezo a correr de verdad y llegan las buenas sensaciones, ¡qué bien me encuentro! Del dolor de cabeza ni rastro, la regla no molesta, las piernas carburan bien, marcando ritmos por debajo de los 6min/km en muchas ocasiones. Así que sigo adelante, bebiendo en todos los avituallamientos y reservando fuerzas para la segunda mitad de la carrera, que según dicen es tan dura. Hasta el km 20 se alternan las rectas con las cuestas abajo (¡de esas nadie habla pero hay un montón!) y con alguna cuesta arriba bastante dura, en los km 15 y 17. Cuando termino la cuesta del 17 (tela con ella) y veo que sigo encontrándome superbien, empiezo a creer que sí, que voy a hacerlo otra vez, ¡¡voy a llegar a meta!! Sigo prudente y reservando, pero de subidón emocional total. Los siguientes kms los disfruto mucho, pasamos cerca de mi trabajo y conozco mucho la zona, sigo muy contenta. Cuando terminamos San Bernardo y giramos, ¡Gran Vïa! El sol me da en la cara, me encuentro muy bien, me emociono, sobre todo bajando Preciados, ya que he ido taaaaantas veces a ver a Saúl correr y ahora me veo ahí, en el otro lado, como una campeona, y se me saltan las lágrimas. Pero pierdo el ritmo respiratorio así que intento contenerme, llego a la puerta del Sol y está llena, la gente anima a tope...
Sigo corriendo y paso el km 21, y de nuevo soy consciente que sorprendentemente, salvo algún percance, voy a llegar a meta. Estoy bien de fuerzas, de piernas y sobre todo de mente y de espíritu. ¡Arriba Sara! Eres pequeñilla y más bien lenta, pero estás haciendo algo grande, me digo a mí misma y me vengo arriba. Esa parte es preciosa, el centro, la calle Mayor… sin darme cuenta llego al Palacio Real, otro subidón emocional, voy tan bien… de pronto a lo lejos veo a una chica haciéndome gestos… ¡es Elena, mi compi opinarunner! Y a su lado veo a Javi, con quien corrí la maratón de Sevilla. Otra vez me emociono, me alegra mucho verles ¡¡qué sorpresa!! Me animan mucho y me viene muy bien. Ya iba contenta pero ahora aún más…
Llega otra cuesta dura, la del paseo de Pintor Rosales… empiezo a ver a gente que se para a andar, yo sigo corriendo, segura y bien de ánimo. Otra bajada hacia el puente de los franceses que permite coger fuerzas pero enseguida llega la Avenida de Valladolid que también es dura, parece una recta pero pica para arriba y se hace eterna…, veo más gente andando y eso me anima, ¡yo voy muy bien!. En Príncipe Pío vuelvo a ver a Elena y Javi.
Sigo bien aunque ya algo más cansada, y llego al km 26 donde empieza la casa de campo… AHÍ ES DONDE EMPIEZA LA MARATÓN. Yo ya sabiéndolo me instalo en un ritmo cómodo, 6.20/6.30, y aun a ese ritmo lento dejo atrás a mucha gente, se paran a estirar, a andar… yo sigo fuerte, bien, animada, ya he llegado hasta aquí y consciente de que puedo seguir.
¡Y empezamos! Los 6 primeros kilómetros son de subida, entre eso y que hay muchísima gente, apenas puedo marcar un ritmo, simplemente me dejo llevar. En el km 6/7 empieza Bravo Murillo, cuesta abajo, el pelotón se estira, empiezo a correr de verdad y llegan las buenas sensaciones, ¡qué bien me encuentro! Del dolor de cabeza ni rastro, la regla no molesta, las piernas carburan bien, marcando ritmos por debajo de los 6min/km en muchas ocasiones. Así que sigo adelante, bebiendo en todos los avituallamientos y reservando fuerzas para la segunda mitad de la carrera, que según dicen es tan dura. Hasta el km 20 se alternan las rectas con las cuestas abajo (¡de esas nadie habla pero hay un montón!) y con alguna cuesta arriba bastante dura, en los km 15 y 17. Cuando termino la cuesta del 17 (tela con ella) y veo que sigo encontrándome superbien, empiezo a creer que sí, que voy a hacerlo otra vez, ¡¡voy a llegar a meta!! Sigo prudente y reservando, pero de subidón emocional total. Los siguientes kms los disfruto mucho, pasamos cerca de mi trabajo y conozco mucho la zona, sigo muy contenta. Cuando terminamos San Bernardo y giramos, ¡Gran Vïa! El sol me da en la cara, me encuentro muy bien, me emociono, sobre todo bajando Preciados, ya que he ido taaaaantas veces a ver a Saúl correr y ahora me veo ahí, en el otro lado, como una campeona, y se me saltan las lágrimas. Pero pierdo el ritmo respiratorio así que intento contenerme, llego a la puerta del Sol y está llena, la gente anima a tope...
Sigo corriendo y paso el km 21, y de nuevo soy consciente que sorprendentemente, salvo algún percance, voy a llegar a meta. Estoy bien de fuerzas, de piernas y sobre todo de mente y de espíritu. ¡Arriba Sara! Eres pequeñilla y más bien lenta, pero estás haciendo algo grande, me digo a mí misma y me vengo arriba. Esa parte es preciosa, el centro, la calle Mayor… sin darme cuenta llego al Palacio Real, otro subidón emocional, voy tan bien… de pronto a lo lejos veo a una chica haciéndome gestos… ¡es Elena, mi compi opinarunner! Y a su lado veo a Javi, con quien corrí la maratón de Sevilla. Otra vez me emociono, me alegra mucho verles ¡¡qué sorpresa!! Me animan mucho y me viene muy bien. Ya iba contenta pero ahora aún más…
Llega otra cuesta dura, la del paseo de Pintor Rosales… empiezo a ver a gente que se para a andar, yo sigo corriendo, segura y bien de ánimo. Otra bajada hacia el puente de los franceses que permite coger fuerzas pero enseguida llega la Avenida de Valladolid que también es dura, parece una recta pero pica para arriba y se hace eterna…, veo más gente andando y eso me anima, ¡yo voy muy bien!. En Príncipe Pío vuelvo a ver a Elena y Javi.
Sigo bien aunque ya algo más cansada, y llego al km 26 donde empieza la casa de campo… AHÍ ES DONDE EMPIEZA LA MARATÓN. Yo ya sabiéndolo me instalo en un ritmo cómodo, 6.20/6.30, y aun a ese ritmo lento dejo atrás a mucha gente, se paran a estirar, a andar… yo sigo fuerte, bien, animada, ya he llegado hasta aquí y consciente de que puedo seguir.
Otros años en esta parte
suele estar Manolo, el padre de Saúl, para animarle. Este año por un
viaje no pudo estar animándome pero para mí es como si hubiera estado,
así que como ya te dije Manolo, ¡te dedico esos kilómetros, sabes que
eres muy especial para mí!
Sigo adelante, en el km 32 incluso me doy cuenta de que se va a acabar
pronto y ¡hasta me da pena que termine!
Sigo adelante... Salvo algún
pequeño descanso los kilómetros finales son realmente duros, pero lo
único que tenía en mente era seguir
a mi ritmo y vivir cada momento, disfrutando, sin sufrir … y así lo
hice, sonriendo, agradeciendo los ánimos, zancada a zancada siempre
adelante… el trocito de la cuesta del puente de Segovia no se me olvida,
es tremendo, ni el Paseo de Santa María
de la Cabeza…
Me impresiona otra vez la cantidad de gente que se para a
andar, a estirar, que pide réflex o incluso veo a gente vomitar… y me
impresiona verme a mí a mi ritmo trotero pero bien, sonriente, sin
necesidad de nada, hidratada, pienso en lo bien que lo he hecho hasta
ahí y en la suerte que he tenido, ya solo
queda cruzar la meta, ¡ánimo Sara!…
Llego al km 40 y Javi y Elena están
ahí otra vez, incluso corren conmigo y me animan, ¡de nuevo muchas
gracias! Me dicen que Saúl ya llegó y que está bien, y eso me da el
último subidón… Llegando a Atocha le veo, animándome, emocionado
a tope, me dice “¡viva la madre que te parió!”, y sí, yo también lo
pienso, ¡viva mi madre, siempre tan fuerte, gracias por tu ejemplo mamá!
Y gracias Saúl por esos ojitos vidriosos que tenías, tan emocionado.
Los
últimos metros..., el tartán se me hace eterno pero precioso, quiero
llegar y a la vez no quiero que termine, vuelve el amago de llorera pero
sigo, agradezco mucho haber llegado,
haberme sobrepuesto a mi problema menstrual que otras veces me incapacita, y
sobre todo, haberlo vivido como lo he vivido, como una fiesta. Mando un
beso al cielo a mi padre y mi abuelo y ¡¡¡cruzo la meta!!!!
En
cuanto empiezo a andar a los pocos metros me duelen muchísimo las
piernas, uf, apenas puedo caminar, me alegro mucho de no haber parado
durante el recorrido, no sé si hubiera
podido volver a arrancar. Me ponen mi medalla, qué bonita es, estiro un
poco, eso me alivia, y me encuentro con Saúl, ¡un campeón! Dos
maratones en 2 meses, ¡todo un ejemplo de perseverancia!
Una
vez más, he cumplido mi objetivo, ¡me lo he pasado como una niña! No
puedo más que agradecer haber sentido esas emociones, en mi corazoncito
quedan, y a todas las personas
que me han acompañado estos meses con sus ánimos, familia, amig@s,
compañer@s, opinarunners… muchas gracias.
Además de l@s ya mencionados Saúl, mamá, papá, abuelo, Manolo... Javi y Elena… mención especial también a Nerea y Laura, gracias por acompañarme en algunos entrenamientos y por confiar siempre en que podría hacerlo. A Paloma por la cobertura con las niñas. Y a Almu, siento no haberte dejado ir a verme, pensaba que no llegaría… pero es como si hubieras estado, muchas gracias.
Además de l@s ya mencionados Saúl, mamá, papá, abuelo, Manolo... Javi y Elena… mención especial también a Nerea y Laura, gracias por acompañarme en algunos entrenamientos y por confiar siempre en que podría hacerlo. A Paloma por la cobertura con las niñas. Y a Almu, siento no haberte dejado ir a verme, pensaba que no llegaría… pero es como si hubieras estado, muchas gracias.
Gracias
a la organización, la inscripción es cara pero el despliegue es inmejorable. Gracias a l@s voluntari@s, y especialmente a la gente que
animaba, ¡¡muchísimas gracias!! Cada palmada, cada “vamos sarita”
contaba y me cargaba las pilas.
La
maratón tiene un secreto que solo sabemos un@s poc@s. Puedes vivirla como reto físico o a una competición deportiva, pero es una pena
reducirla a eso. Entrenar una maratón puede ser una aventura de cuatro
meses en la que te pasa de todo física y mentalmente. Pero si luchas contra lo peor de tí
misma (pereza, desgana, apatía,
pesimismo, desconfianza, dudas), con esfuerzo e ilusión acabas
venciendo a esas partes más oscuras de tí. Es una inyección de actitud
positiva, de buen rollo, de humildad, de afrontar los
imprevistos sin dramas, fluyendo con ellos y ESE VIAJE es el auténtico premio,
llegues o no a la
meta. La medalla solo es la guinda del pastel.
Así que, querida Maratón, solo puedo decirte ¡gracias por tanto y.. HASTA PRONTO!
Fecha: Sábado 27 de abril de 2019
Hora: 09:20
Distancia: 42'195 kms
Tiempo: 4h32'20''
Media: 6'28''
Bolsa del corredor: Camiseta, bolsa, gorra
Clima: Fresquito perfecto para correr
Sensación: Genial
Enlace: https://www.runrocknroll.com/es/madrid/
Hora: 09:20
Distancia: 42'195 kms
Tiempo: 4h32'20''
Media: 6'28''
Bolsa del corredor: Camiseta, bolsa, gorra
Clima: Fresquito perfecto para correr
Sensación: Genial
Enlace: https://www.runrocknroll.com/es/madrid/
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